el destino, en absoluto está escrito, somos nosotros quienes en base a los primeros de nuestros primeros, iniciamos nuestra propia senda; segundo, a nuestra trayectoria o pasado más reciente y a nuestra contingencia en el instante llamado presente, encaminamos, solo, hasta incierto punto, nuestro potencial de futuro más próximo, el inmediato, del lejano, ni se sabe
pero, por encima de todo, está la FORTUIDAD, la el Inmutable de ayer, y sobre todo, la del Instante, la del ahora, que ya es otro ahora, desde la fracción de segundo en que escribí "Instante". El decisorio es el Azar, es la suerte caprichosa que va cruzando permanente el camino de nuestros deseos o intenciones. Gráficamente podría ser con una línea vertical, la cual se ve atravesada constantemente por una diagonal dinámica y zigzageante
llegados a este punto, se presenta la inevitable, qué podemos hacer ?? pienso que dos cosas, partiendo de que tengamos las bases bien claras, dado que lo contrario, nos enfrenta inevitablemente al pairo permanente. Podemos tener la persistencia, la constancia del erre que erre irreductible, para ello, debemos tener bien fijada nuestra hoja de ruta y orientada a un fin positivo. Esta fijeza, en cambio, es recomendable que tenga la flexibilidad de un junco. La segunda opción es la atenta observación de nuestra línea, de nuestro diario acontecer, esto nos permitirá corregir pequeñas desviaciones, profundizar en el dimensión del objetivo, en su justificatividad, sentido e importancia intrínseca en o para nuestra vida. Por último, ésta permanente alerta pasiva, nos ayudará mucho para ver las nuevas potencialidades que se van a cruzar en nuestro camino, opciones que pueden ser tan o más válidas que el fin propuesto
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© Al
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