que el mundo lo mueve el dinero, es una verdad evidente, que el dinero lo detenta el poder también, que por encima de los poderes está el superpoder, más de lo mismo, a saber ........... la Religión
el absoluto, el uno, no es el sensible, el que vemos, es el subyacente, reside en la periferia y a veces, en la más recóndita trastienda
en esta realidad sensible y en la nuclear, tres países lo mueven todo y a su vez, todo se mueve por ellos, por proceso de fagocitosis
a saber, los superpoderes son, por orden decreciente: Israel, EEUU e Inglaterra. En está trinidad, los roles son los siguientes por orden inverso: los ingleses hacen el papel de acólitos y peones de briega de los americanos, debido al pacto que hicieron después de la guerra civil americana; los americanos a su vez, hacen el papel del primo tonto de Zumosol, son así de generosos, de tontos, de ingenuos y por otro lado, de interesados pero eso ya es otra. Finalmente, tenemos a los israelitas, los nanos, los supuestos nanos son de facto, los que cortan todo el bacalao a la hora de la verdad (e incluso sesteando)
para la santa, entre otros muchos medios, se valen de sus servicios especiales y estos, a su vez, vuelven a ser trinitarios: el Mossad, la CIA y la MI5-MI6
esto nombres son de cara a la galería. En si, estos servicios tienen muchas
variables y la última verdad no es de conocimiento externo
la firma del asesinato del físico nuclear iraní, Masud Ali Mohammadi es legible. Siempre fue así, incluso para sus propios presidentes del gobierno,
tanto el israelita como los cuatro americanos
el último poderdante interactúa con, por y desde el universal, la Religión
desde la segunda guerra mundial, Israel, cambió el chip, y llegó a una
determinación historia “ahora, nos toca a nosotros, Nunca Máis”
Ese giro radical, a cambiado el curso de la historia, así, tal y como suena.
La experiencia fue aterradora, bien es cierto, que alimentada por todos, de
forma pasiva, activa y por tiempos, pasados anterior y último
pero esa inflexión, ese timonazo, como era de preveer, solo ha traído dolor, destrucción y muerte
ya lo dijo Gandhi: “Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”, “Lo que se
obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”
definitivamente, el fin, no justifica los medios, si bien, comprendo que hay
fines imperativos, cuyos medios son de difícil asimilación
partiendo de que el principio de la vida dada o generada es sublime, hay
decisiones transcendentales a tomar, males particulares por el bien general.
Tengo que decir que yo mismo, en ultimísimo extremo, las tomaría, en contra de todos mis propios principios y fundamentos, como ultimísima solución, bien es cierto, que sintiendo la más absoluta de las derrotas y que seguramente, sería el siguiente al que me precedió por mi propia mano, es de Ley natural, no creo que haya escape posible, Vida por vida
Israel, no contempla está visión, para nada. Percibo que la realidad de su pasado es inasumible para una mente, por propios mecanismos de autoprotección mental, lo sé. Pero, la postura tomada, el todo vale por el fin, lo que sea y quién sea, el TODO VALE, además de ser una derrota nuclear, eso de estar, “o conmigo o contra mi”, les hunde en el agujero negro más abisal
y por ahí, en esa y con esa toma, cualquier día, nos vamos TODOS fuera de una experiencia maravillosa llamada Vida
el fundamentalismo iraní, pretende conseguir, emular un macropoder, el nuclear. En esa zona, en este tiempo, eso no es ni posible ni admisible. Ni por nuestro tiempo, comunidad y ni mucho menos por Israel
recuerdo perfectamente las películas “Teléfono rojo, volamos hacía Moscu”, de Stanley Kubrick con Peter Sellers y George C. Scott , “Limite de seguridad”, de Sidney Lumet con Henry Fonda y también “Juegos de guerra”, de John Bahdman con Matthew Broderick. Esas ficciones, pueden ser toda una realidad ... MAÑANA
una vez pulsado el botón rojo del pepino blanco, este si acaso, será el planeta de las cucarachas, si acaso ........................ al loro
F. El origen del planeta de las cucarachas, (Wiki)
© Al
No hay comentarios:
Publicar un comentario